Si se mueren las abejas, te mueres tú (y se están muriendo).

Las abejas se encuentran más amenazadas que nunca. (Foto: National Geographic).

Desde hace un par de semanas hemos tenido noticias de la entrada a Norte América del avispón gigante asiático, si bien este animal representa algún tipo de peligro para la gente, es aún más peligroso para otra especie que es de suma importancia para el equilibrio de la vida tal como la conocemos.

El avispón asesino es un peligro inminente para las abejas, ya que es capaz de destruir un panal en cuestión de horas, decapitando a las abejas para alimentar a sus larvas con ellas. Por si fuera poco, el miedo que ha generado este avispón en la gente en los Estados Unidos, ha provocado que comiencen a exterminar abejas y avispas nativas por igual, agravando aún más las dificultades por las que está atravesando la especie.

Muchas veces hemos escuchado que si se extinguen las abejas, se acaba la humanidad. Esto puede parecer una exageración, y quizá lo sea, pero ciertamente una reducción muy significativa en la población mundial de abejas, cambiaría radicalmente nuestra forma de vida.

Además del cambio en el ecosistema que siempre conlleva la desaparición de una especie, el motivo por el que las abejas son tan importantes para la humanidad es mucho más práctico, se trata del alimento. Como todos sabemos, las abejas son animales polinizadores, esto significa que las abejas realizan el intercambio de polen entre las plantas, lo cuál representa un proceso fundamental para la reproducción de la flora.

Si bien no son los únicos animales que se encargan de realizar este proceso, pues mariposas, colibríes, avispas y hasta murciélagos también lo hacen, sí son las polinizadoras por excelencia. Según la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO), existen 100 especies de cultivos que representan el 90% de los alimentos que se consumen en todo el mundo, y la gran mayoría son polinizados por las abejas.

De cada 10 cosas que comemos, al menos la mitad han tenido acción directa de las abejas, resultan de vital importancia no sólo para la agricultura, las especies vegetales que se reproducen gracias a ellas, son la base de la cadena alimenticia. Además, es evidente que la biodiversidad de los ecosistemas también sufriría cambios radicales con una supuesta desaparición de las abejas, pues como ya vimos, éstas ayudan a producir el alimento de básicamente todo el reino animal.

Hay que considerar también las graves implicaciones económicas que derivarían de una extinción de ésta especie. Estos insectos ayudan con la producción agrícola, según National Geographic, se ha estimado que el valor de la polinización de las abejas para la agricultura es de más de doscientos mil millones de euros anuales, una cifra nada fácil de despreciar.

El problema real, es que las abejas están desapareciendo y los factores son muchos, la etapa más drástica de la disminución en la población de estos seres, se dio en 2012  en Estados Unidos, en donde la población de abejas se disminuyó en un 40% durante el invierno, cuando la cifra normal oscilaba entre el 5% y el 10%. Desde ese momento, la reducción de la población ha sido una constante, no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo.

México no es la excepción, hasta 2017 se había registrado una reducción en la producción nacional de miel de casi el 13%, con algunos estados registrando hasta el 50%. En 2018, se estimaba una pérdida del 30% de las 2 millones de colmenas contabilizadas hasta ese momento.

Las causas más importantes de esta desaparición masiva de abejas (las cosas como son), son la industrialización y el uso de pesticidas en el sector agrícola, sí, básicamente estamos destruyendo su hábitat. Además, el aumento de temperatura debido al calentamiento global e incluso la destrucción de colmenas por parte de personas en sus actividades cotidianas, debido al miedo, a la desinformación, o simplemente por diversión. A esto se suman causas naturales como sus depredadores y algunos parásitos que destruyen sus panales.

Una vez más, la humanidad está demostrando una incapacidad brutal para realizar un desarrollo ecosustentable en sus productos y servicios, estamos acabando con una especie que es fundamental para nuestra propia existencia y no hemos sido capaces de hacer algo al respecto. No me dejarán mentir, cada vez es más difícil ver a una abeja en nuestro día a día, si lo hacen, no interfieran con ella, seguramente está trabajando duro para producir el alimento que comeremos el día de mañana.

Abejas polinizando un campo de flores (Foto: Muy Interesante).

Comentarios

  1. Excelente reflexión, ¿qué pasa cuando pican a la gente y se mueren alv? :O

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  2. Es una pena, el consumo de su miel y polen es importante para una excelente nutrición, lo mismo que la Jalea Real.
    Gracias por la nota.

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