¿Cuánto tarda en desarrollarse una vacuna?

Pruebas de vacuna para COVID-19 (Imagen: BBC News).

El funcionamiento de una vacuna consiste, en principio, en suministrar al cuerpo dosis pequeñas de un virus particular, comúnmente atenuado, con el fin de que se desarrollen anticuerpos para poder defendernos de las enfermedades que este virus pueda provocar. Es por ello que en estos momentos se está priorizando la producción de una vacuna útil para combatir el COVID-19, con el fin de proteger a la población de posibles contagios y de esta manera frenar la pandemia.

Sin embargo, vale abordar el tema con un poco de realismo, y es que los antecedentes sentados por epidemias como el zika y el ébola, nos dicen que la vacuna llegó tiempo después de que se frenaran estas epidemias. La creación de una vacuna es un proceso que lleva su tiempo y puede que una vez más no llegue a tiempo, a pesar de que se esté trabajando a marchas forzadas.

El método tradicional para el desarrollo de una vacuna se divide en etapas. Después del diseño de la vacuna, se procede a la etapa 0, que consiste en pruebas in vitro, además de pruebas en animales como ratas de laboratorio. Con esto, se busca ver que la vacuna sea segura para animales para poder pasar a las pruebas en humanos.

En la etapa I, se suministra la vacuna a un grupo pequeño de humanos para verificar que no sea nociva para la salud y tratar de identificar los posibles efectos secundarios, así como las dosis correctas a suministrar. En la etapa II, se prueba la vacuna en centenares de personas para estudiar la reacción del sistema inmunológico y las contraindicaciones más frecuentes. Ya en la etapa III se suministra la vacuna a miles de personas y se estudia como evolucionan respecto a las personas a las que no se ha aplicado.

Algunas de las vacunas que están siendo desarrolladas contra el COVID-19, se encuentran ya en fase II, y aunque son cientos los proyectos, la OMS asegura que no más de una decena tienen posibilidades de llegar a la fase de producción.

Después de todas estas etapas de desarrollo, de verificar que la vacuna realmente funcione y de comprobar que sea segura para la gente, vienen temas de patente, producción y distribución, que debido a la burocracia, sabemos que también toman bastante tiempo.

Considerando todo esto, el proceso normal para hacer una vacuna es de entre 5 y 10 años, es evidente que ahora mismo no contamos con todo ese tiempo y es por ello que trabajando a su máxima capacidad, laboratorios de todo el mundo están realizando las pruebas pertinentes para producir una vacuna confiable en el menor tiempo posible. Incluso utilizando métodos más avanzados, diferentes a los clásicos, los expertos estiman que la vacuna podría tardar entre 12 y 18 meses en llegar al mercado. No cabe duda que es un tiempo récord, pero es probable que para ese entonces sea demasiado tarde... una vez más.

Después de los brotes del zika y del ébola, algunas empresas de la iniciativa privada perdieron mucho dinero pues como se mencionó, no lograron desarrollar la vacuna a tiempo. De igual manera, se considera una pérdida mucha de la inversión gubernamental que se destinó a ésta tarea. Es por ello que en los últimos años se tiene la idea de invertir en un tipo de investigación previa, desarrollando reservas de investigación para diferentes tipos de patógenos.

Lo más probable es que la vacuna no llegue a salvarnos de la pandemia, es por ello que nuestra única manera de enfrentarla por el momento, es tomando las medidas de seguridad e higiene necesarias, aún queda mucho camino por recorrer y nuestra mejor manera de aportar es cuidándonos a nosotros mismos.